La verdad os hará libres vs. la mentira es revolucionaria. Atrio.org XLI
Algunos de los participantes más activos de Atrio.org están abonados a ciertas expresiones y parábolas de Jesús. A otros que practican el insulto y la vejación, sencillamente, esas u otras palabras les importan un pimiento pero se encuentran a gusto entre quienes atacan a la Iglesia y les encanta presenciar el espectáculo de ver a unos que se han pasado al enemigo con armas y bagaje. Repiten sin cansancio y como arma arrojadiza las palabras de Jesús desde que han aprendido a sustituir la verdad que hace libres por la mentira que es más revolucionaria.
Y así no cejan de hacer referencia a esas parábolas de Jesús en las que habla de los pequeños en contraposición a los sabios y entendidos. En mi corta estancia en la guarida que ellos llaman foro de debate, nunca asomó por allí “pequeño” alguno. La mayoría de quienes allí acuden son talluditos y tienen los colmillos retorcidos. Se las dan de “pequeños” para secuestrar la figura de Jesús, pero eso no es más que un juego de rol al que se dan con fruición interpretativa. No hay ningún “pequeño” en ese antro que propugna el totalitarismo. Si acaso algunos “listillos”, que tampoco tienen nada de sabios.
Cuando a los cuentacuentos no les salen las cosas según sus disparatadas ideas (que es casi siempre), se apuntan a la estética del fracaso: el lloriqueo les va que ni pintado. Y cuando arman algo de bullicio (que es el consuelo de los torpes), entonces es el mismo Jesús quien les apoya para que prosperen las ideas y las prácticas de la verdadera Iglesia. Así, sople de donde sople el viento, ellos están en el buen camino siempre y los demás estamos todos equivocados.
Y ahí van ellos de comparsas y cómplices de barbaridades como el aborto para el que se esperaría de unos supuestos cristianos una mayor sensibilidad por la vida. Han asimilado toda la ideología, se han tragado todo el “paquete” de animaladas de sus amigos y con capaces de vender a su madre por un plato de lentejas. Esa es la realidad de los ideólogos de la "iglesia de base”.
Miguel González