Ellos son la justicia. Atrio.org LXXII

Publicado en por Miguel González

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Se lamentan desde Atrio.org del resentimiento que se esconde tras la carnaza cotidiana de telebasura que se le echa a los cocodrilos. Para terminar dictaminando que es producto del amancebamiento entre el mercantilismo liberal y el poder religioso en la conjunción planetaria Castillo-Vicedo.

 

Es lo que tiene desenfocar las cosas hasta el mareo. Pero el asunto, más allá de la torpeza de visiones totalitarias o de enredo, tiene otros carices: quienes apoyaron entusiásticamente la desintegración de los valores son los mismos que jalean a quienes se cargaron la educación en España. Que coinciden con los que ahora se lamentan de que estemos ante una sociedad sin valores, entretenida en hurgar y alegrarse de los males ajenos. Como si ellos no tuvieran nada que ver en esta fiesta. Ahí estaban los de la teología de la deconstrucción apoyando al cambio que propugnaba en primer lugar enterrar los valores.

 

Así termina José Mª. Castillo su catequesis: Los valores que se han difundido –y también los que se han ocultado– nos han metido de lleno en un auténtico proceso de descomposición”.  Si fuera un mea culpa no estaría mal. Pero mirar ahora para otro lado como si no tuvieran nada que ver en el desaguisado es propio de mal pagadores.

 

Mientras estos angelitos del infierno tiran por arriba y culpan al sistema de todos los males, por abajo, por donde vive la gente, los amigos de estos angelitos se han cargado varias generaciones de jóvenes con un sistema de enseñanza que ha laminado todos los valores. Así se descompone la juventud, sí señor. Basta un botón como muestra.

 

Todos los caminos les conducen al mismo sitio: al resentimiento hacia los demás del que han hecho su justificación y su razón de ser. Ellos son la justicia.

 

Menudos son.

 

Miguel González

 

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A
<br /> <br /> Como el niño contrariado tiene sus pataletas, así esta gente también. El problema es que estos peinan canas y eso quienes las tengan.<br /> <br /> <br /> <br />
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A
<br /> <br /> No es más que resentimiento y ganas de hacer daño.<br /> <br /> <br /> <br />
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