No es el siervo más que su Amo. Atrio.org LXXXV
A raíz de alguna movida en el ámbito de la progresía andante, es decir, cuando algún progresito se entrega en brazos del enemigo, siempre hay un exegeta atreide (es decir, maldecido por los dioses) que saca a colación esta frase de Jesús: “no es el siervo más que su amo ni el discípulo más que su maestro, si a mi me han tratado así, también a vosotros…”. Es el modus operandi de quienes, faltos de luces, pretenden presentarse como virgen ofendida, víctima propiciatoria frente a los ofensores.
Nefasta exégesis; y algunos llevan ya muchos años a las espaldas como para cometer semejantes errores de bulto: Jesús se refería a sus enemigos, y en todo caso a Judas pero no a Pedro; no a quienes tienen la obligación de guardar y hacer guardar la esencia de su legado. ¿Cuántos años hacen falta para dejar de jugar con las palabras y darse cuenta de que el grupo de los descontentos no son ningún resto escogido, ni ninguna masa crítica sino simples criticones vendidos al enemigo y despeñados en el tobogán de una estrategia de destrucción de la Iglesia? Ya no cuela, hermosos.
Están que se salen con Arregui y demás. Pretenden que el Obispo debe ir a una comunidad a lo que le diga el último mono o a continuar con una estrategia de infantilismo nacionalista de aldea e incluso filoterrorista. No soportan otra cosa y a todo ese batiburrillo de ideologías fracasadas y para ignorantes le llaman evangelio de los pobres.
Circula una interpretación menos severa para discriminar las intenciones de los que se dicen cristianos pero que se dedican a destruir la Iglesia por el método de demoler sus fundamentos e insultar y menospreciar a sus dirigentes; sí, todos estos que habiendo sido apartados de sus funciones porque se dedicaban a predicar un evangelio de la señorita pepis, continúan dale que te pego, frasecita aquí y sombra allá insultando a la inteligencia y al sentido común.
Según esa interpretación, todos estos cristianos que se hacen llamar de base (de la altura ni hablamos) han caído en el agujero negro o pozo sin fondo de la ideología marxista (y demás simplezas para entretener y atraer a los faltos de juicio) y no pueden escapar a su influjo. En esa dinámica, que podríamos llamar quijotesca, sólo existe una realidad alterada pero que ellos consideran desde su desvarío que es la única posible: su paraíso se llama socialismo, su patria el buenismo inane e ineficaz y de ahí, burla burlando, van abocados a un modelo de sociedad (im) perfecta que implica sin escamoteo posible, totalitarismo. Todo lo demás pertenece al imaginario del rival y quienes no comulgan con esa visión errada de la vida forman parte del enemigo a batir. Ese es su hilo argumental. También la Iglesia que ha contribuido de manera notable al derrumbe del socialismo real de los países totalitarios del este. De ahí ese delirio y ese odio continuado que padecen.
Sea como fuere, estos tipos (y tipas) trabajan para cargarse la Iglesia y sustituirla por una ONG. Por lo tanto, en cualquier interpretación, son peligrosos e indeseables y cuanto más lejos, mejor.
Miguel González
Esto decía Leonardo Boff a su regreso de un viaje a Moscú en 1987, no se lo pierdan: las sociedades socialistas son muy éticas, limpias física y moralmente. Si no fuera por su doctrina materialista se podría afirmar que realizan la enseñanza ética de la doctrina social de la Iglesia". Fuente, ABC 16-7-87.