Cristianismo y socialismo no son compatibles. Atrio.org CV
Mercedes Aroz, cristiana y socialista y una de las fundadoras del PSC ha llegado a la conclusión de que ambos conceptos son incompatibles. Y lo son, claro que sí. La pesadilla del totalitarismo socialista no casa ni con pegamento con el cristianismo. Y sus promotores, porque todavía los hay, (incluso algún monseñor martillo y hoz) o son cómplices (la explicación más sencilla suele ser la verdadera) o son tontos, o han perdido el rumbo o las tres cosas a la vez.
Era algo cantado desde hace mucho tiempo. Justo desde cuando toda esta patulea empezó con el cancán de cristianos por el socialismo y demás, es decir, cuando en la política de bloques los ideólogos marxistas tomaron bajo su dirección a la teología y los teólogos se entregaron en sus brazos. Que son incompatibles es de cajón. Y el espinoso asunto del aborto ha dejado las cosas bien a las claras.
Estos saltimbanquis son fáciles de desenmascarar. Beben de los mismos sofismas y mentiras varias de la izquierda e hilvanan sus argumentos harto espurios de la misma guisa. Se dejan enredar por sus propias tonterías y caen en sus propias trampas para cazar torpes. La izquierda sin mentiras no es nada. Claro que ellos a gran parte de sus mentiras las llaman utopías.
Por ejemplo, parten de la premisa siguiente: Jesús estaba con las mujeres. De ahí avanzan en su manipulación de la realidad: como nosotras, mujeres progres queremos tener el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, Jesús está con ese derecho y por lo tanto Jesús apoya el aborto libre. Es la mendacidad imperante que hace estragos en las mentes febles de las feministas radicales, la otra cara del machismo.
En cada tema echan mano de sofismas parecidos. Que es como si un asesino múltiple desbarrara de la siguiente manera: Jesús declaró bienaventurados a los perseguidos por la justicia; yo soy perseguido por la justicia por asesinar abuelitos y niños y pelillos a la mar. Luego Jesús está de acuerdo con el asesinato en serie.
La forma de maquinar sus enredos es siempre la misma. De manera que estamos de enhorabuena porque una persona honesta ha llegado a la conclusión correcta y ha actuado en consecuencia al abandonar la disciplina socialista.
Miguel González