Caballo de Troya o Iglesia somos todos. Atrio.org CI
Rosa Díez pertenecía al PSOE. Un día fundó su propio partido y se fue del PSOE. Las ideas del partido y las suyas propias no coincidían. Rechinaban. Pero a Rosa Díez no se le ocurre decir eso de que PSOE somos todos. Se ha ido con la música a otra parte, ha formalizado su propio grupo político y santas pascuas.
Pues bien, como con la Iglesia todo les sale gratis, merced a la idea de que Iglesia somos todos, hay individuos y grupúsculos que trabajan para el enemigo. Los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz. En cualquier grupo social o político está bien claro quién lleva la voz cantante: sus dirigentes son quienes marcan las directrices de la organización y son responsables de su línea. Y a nadie se le ocurre que las manifestaciones de quienes no respetan la línea oficial son también voz del grupo en cuestión, mucho menos si han sido desautorizados por los dirigentes.
Lo que ocurre en la Iglesia no pasa en ningún otro sitio: unos individuos desautorizados siguen dando la vara con la cantinela de que todos somos Iglesia. La tontería no tiene límites. ¿No te gusta lo que ves? Sucede todos los días. Los arreguis y demás, ¿no te gusta? Aire. Pues no señor; tienen a un coro de ex teólogos, ex curas y saltimbanquis varios que piensan que no es la Torre de Pisa la que está inclinada sino que es el mundo el que está mal. Y así hasta que doblen, que no falta mucho. Una cosa es no segar la cizaña porque se puede cortar también el trigo. El problema es que estos listos son quienes empuñan las guadañas.
Miguel González