Presunciones y carencias. Atrio.org LXXXI
Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Refrán verdadero. Todo vale para quienes han perdido el norte. Ahora se entretienen con jueguecitos de palabras a los que son tan aficionados.
Digo esto porque en Atrio.org contraponen en un artículo de autor anónimo aunque replicado hasta la extenuación en mil páginas de Internet, la religión (la que los mortales seguimos y los dirigentes de la Iglesia, en el caso de los católicos, administra) contra la espiritualidad (la que siguen los despiertos que son ellos).
Me recuerda la impostura de los socráticos frente a la solvencia intelectual de Sócrates. El gran maestro Sócrates (que se hacía llamar amante de la sabiduría, es decir filósofo) frente a los sofistas (que se hacían llamar maestros de sabiduría o sabios). La ironía socrática expresada en la célebre frase, “sólo sé que no sé nada” viene al pelo para contraponer a los juegos de palabras de los jugadores de fortuna que se consideran a sí mismos “despiertos” en esto de la espiritualidad. Menos lobos, atridas.
Dicen estas criaturas:
La religión es para los dormidos.
La espiritualidad es para los despiertos.
Y así, una larga lista de antítesis pero no perdiendo. Los despiertos, los atrieros de RH, porque desde la administración se afirma que ese es el camino que pretende recorrer el foro, son como los sofistas de ayer que se hacían llamar sabios (sophos), esto es, despiertos y que insultan a la inteligencia de los demás (a la suya bien les está) tachándolos de dormidos. Miente que algo queda.
Para empezar, ese foro es frecuentado en su mayoría por los llamados a capítulo por la propia Iglesia por dedicarse a transmitir sus jueguecitos de palabras, ocurrencias e infundios, leyendas negras, inventos de mal pagador, etc., en vez de predicar la tradición y la doctrina de la Iglesia a la que pertenecían y de la que fueron apartados de sus funciones. Son cristianos sin Iglesia, anarcos sin fronteras, ovejas sin pastor. Y como aquel chiquillo que decía que no había caído que se había tirado él, resulta que estos hacen de la necesidad virtud y decretan que todos los demás están dormidos y los únicos despiertos son ellos. El resto escogido de Israel, vamos. Para mear y no echar gota.
Si aplicaran el mismo criterio que aplican a tantas ensoñaciones convendrían en que “estar despiertos” es la utopía hacia la que tender pero que como toda utopía no terminará de plasmarse en esta vida ni en estos tiempos. A lo sumo la cualidad de "despiertos" la consiguieron algunos (pocos) místicos del pasado, esos mismos de quienes los atridas reniegan y ahora vienen a querer utilizar pro domo sua. ¿Despiertos quienes defienden a un toro y sacrifican a un niño?
Dado que los atridas están despiertos (como los sofistas) mientras que los demás estamos dormidos (como Sócrates), los despiertos o “listillos” se dan a invitar a todo caminante poco avisado para que se incorpore a la gran congregación de los despiertos y abandone a la Iglesia de los dormidos.
Lo que hay que hacer para comerse las habichuelas.
Miguel González