La alternativa cristiana. Atrio.org XXXVI
He aquí el cuadro que prometí ayer: quienes critican de manera implacable y con odio indisimulado y visceral a la jerarquía de la Iglesia hasta propugnar su desaparición:
Primero, son todos de una misma cuerda ideológica.
Segundo, propugnan un sistema de vida, el socialismo totalitario, caduco y fracasado pero que coincide en su canto de sirenas con lo que consideran de manera simplista que fue el primitivo cristianismo.
Tercero, relativizan hasta el destierro la dimensión espiritual, religiosa, íntima, sagrada, mistérica, esotérica, profunda del ser humano y desdeñan, devalúan o simplemente rechazan los ritos, símbolos, celebraciones, etc., para sustituir todo ello por un fraternalismo edulcorado y falso de lo que pudo haber sido y no fue y unas prácticas de vía estrecha y cortas miras.
Cuarto, coinciden hasta la náusea con quienes desean abolir todo resto de religiosidad de la faz de la tierra para sustituirla por medidas de corte totalitario, como el aborto, la eutanasia, el relativismo extremo y otras barbaridades de parecido jaez.
Quinto, han mimetizado hasta el ridículo maneras, expresiones, formas de organizarse y en general de ver la vida de grupos de izquierdas que nada tienen que ver con Jesús de Nazaret, ni con lo que representa aunque a algunos les parezca que son uña y carne. De tal modo que unas veces Jesús fue un hippie, otras un comunista, una tercera, feminista radical, cuarta, un afeminado, y por fin, un antisistema de tres al cuarto. O todo junto para que el combinado sea más explosivo.
Sexto, confunden progreso, positivismo y avance con toda propuesta u ocurrencia siempre que venga de cualquier cuartel general de quienes llaman progresista, abracadabra que para ellos es el bálsamo de fierabrás que cura todo mal social, obviando las atrocidades que genera.
Todo esto viene a cuento de los Kung, los Boff o de cualquier otro icono progre de los ligeritos de cascos. No hay alternativa en toda esta gente y sí mucha pataleta de quienes se consideran poco valorados en la Iglesia y mendigan desempeñar una más alta responsabilidad en el organigrama. O al menos, alguna tarea… Pataletas y enmiendas a la totalidad desde una pretendida pureza de sangre que simplifica la historia de la Iglesia con consignas que son falacias demagógicas y para ello “congelan” frases y hechos de Jesús a conveniencia. La llamada alternativa cristiana es un viaje a ninguna parte con nulo efecto sobre ninguna masa crítica.
P.D. Están entretenidos con "el hombre del cántaro" del que afirman que fue el primer gay (del paraguay) contemporáneo de Jesús. Tanto va el cántaro a la fuente... No hay por dónde tomar en serio a estos de la guarida de los indeseables
Miguel González