El forúnculo. Atrio.org LXXIII

Publicado en por Miguel González

forunculo

 

Es como si una facción disidente del PSOE creara un movimiento que se llamara “otro PSOE es posible” y se dedicara a estar todo el día insultando y vejando a los dirigentes, ridiculizando sus estrategias, ninguneando los mensajes que emiten desde la dirección y repitiendo que la facción minoritaria es la verdadera y los dirigentes son unos impostores. ¿Cuánto tiempo tardarían los terminales mediáticos de dicho partido en laminar a los tales?

 

Claro que es correcto hablar de la Iglesia y no esa bobada propia de quienes ya chochean de llamarla ICAR para contraponer una pretendida Iglesia de (la) base auténtica a sus actuales indignos dirigentes. Claro que cuando un partido emite una opinión sobre un asunto se dice que el PSOE (o cualquier otro) afirma, decide, propone, esto y lo otro. Y hay una identificación lógica entre la dirección y el proyecto todo. Claro que la voz de un partido y la voz de la Iglesia es la de sus dirigentes y las minorías díscolas que siempre las hay en toda organización tienen que someterse a la mayoría y a los dirigentes. Y a ningún loco se le ocurre suponer que la voz minoritaria es la línea legítimamente  representativa de la organización.

 

Ese hecho elemental, que los dirigentes encarnan a toda la organización y los grupúsculos son voces discordantes que no representan nada,  que hasta estos mismos comprenden y acatan en las organizaciones sociales a las que pertenecen, lo obvian cuando se trata de la Iglesia. Es la patita que dejan fuera para que veamos que sus intenciones no son decentes sino que trabajan para el enemigo. Es el proceder propio de un forúnculo cuya razón de ser es molestar con el objetivo claro de hacer daño.

 

Parafraseando el dicho coloquial, son pocos y cobardes: cuatro curas rancios y teólogos marxistas, represaliados por sus ideas contrarias al mensaje cristiano; tres aburridas y desfasadas feministas radicales; otros cuatro teólogos ateos, todos ellos en comandita voceando sandeces en los atrios de los templos de la Iglesia donde es gratis insultar y marear la perdiz. Y como el del chiste del loco, así siguen, todo el día de aquí para allá recogiendo las migajas que les echan sus amigos como contraprestación por los servicios por erosionar a la Iglesia a la que dicen querer y a la que pregonan pertenecer. Toda esta morralla no pertenece a Iglesia alguna sino a la partida de ancianos adolescentes, cómplices de tantos desmanes sociales, cómplices de crímenes contra la humanidad al aceptar y bendecir por encargo salvajadas como el aborto. Son unos okupas, delirantes e impostores como ellos y a quienes hay que desenmascarar y echar a gorrazos del templo en el que mercadean con sangre a cuenta de subvenciones, cátedras en las universidades que mangonean sus amigos, y telebasura teológica.

 

Miguel González

 

Sigue

Etiquetado en Aportaciones

Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post
A
<br /> <br /> De fueran vendrán que de tu casa te echarán.  Lo que ven bien en unos sitios lo critican en otros. Cuentistas<br /> <br /> <br /> <br />
Responder