Teólogo de guardia y prensa del movimiento. Atrio.org LXXXVIII
La prensa del movimiento (El País) ha tardado poco en hacerle una entrevista a José Arregui, el teólogo rebelde que ha abandonado a sus hermanos franciscanos por un plato de lentejas. A partir de ahora Arregui irá de procesión por los media del entramado progre. Así ha ocurrido antes y así seguirá ocurriendo después.
La entrevista es todo un manual de la manipulación y la tergiversación pro domo sua. No esperábamos otra cosa. En el título ya aparece la mano del diablo: "el teólogo castigado por el espiscopado”, dice un tal Bedoya, el perpetrador de coces que hace las veces de entrevistador. Y toda la entrevista gira en torno a parecidas expresiones que dan la pista para que el teólogo estrella se foguee con sus coces e insultos. Ni hablar de la insumisión del díscolo que en el norte formaba parte de una conspiración de curas nazionalistas (perdón por la z que se me cayó) disconformes e insumisos con el nuevo obispo que no abreva en tan putrefactas aguas. La disciplina de grupo no rige en estos casos para quienes todo lo disculpan en el día a día de los partidos.
Ese es el futuro que le espera a Arregui: cada quince días unas cuantas coces a la Iglesia en algún medio del movimiento para pagar el impuesto revolucionario por el apoyo y las palmas que recibirá y algunas migajas que también irán cayendo.
El sujeto está mejor fuera de la Iglesia por su propia salud mental y por la de los creyentes a quienes ha extraviado, pero vivirá del cuento durante una larga temporada y, eso sí, deberá estar disponible siempre que les haga falta a los amigos de lo ajeno ideológico para la política de agitación y dramatización.
Miguel González