Marginalia: conciencia crítica, no; birlibirloque teológico. Atrio.org XCIX

Publicado en por Miguel González

Publica hoy Juanjito Tamayo* en el País un artículo titulado Conciencia crítica de la Iglesia y de la sociedad. La pretenciosidad es notable desde el mismo título y no es un asunto menor sino, seguramente, todo el asunto. Hace Tamayo un repaso por los 30 congresos de teología celebrados en Madrid desde 1981. Pareciera que esta gente significa algo.


Porque en realidad son cuatro saltimbanquis que no representan a nadie, más que a ellos mismos. O sea, a nadie. ¿Qué organización permitiría que un grupo de disidentes, que además en su mayoría han sido apartados de sus responsabilidades por enseñar otra línea no oficial y que no respetan la disciplina de la organización,  hablaran en nombre de la organización? Es obvio que ninguna. ¿Qué valor tienen para la Iglesia y los cristianos en general, los cambalaches de estos que no son sino ancianos varados en la adolescencia? Ninguno, claro está.
Es un despropósito y una chochez seguir con esa cantinela. Mira, Tamayo, los teólogos que se hacen llamar progresistas no representan a nadie. Se os ha acabado el tiempo y las golondrinas han echado a volar. La metodología utilizada en estos 30 años consistente en insultar, despreciar y vejar a la jerarquía legítima de la Iglesia de la que dices ser conciencia crítica, se ha agotado, ya no furula. Dejaros de memeces de abuelos cebolletas y dedicaros a la cría del champiñón.
Los grupúsculos (ni a grupos llegan) congregados en torno a los teólogos de la liberación (exegetas defensores del cambio climático, del feminismo radical, promotores del aborto y de los mal llamados matrimonios gays) son unos marginalia que chochean. Y además están a sueldo de sus amigos que les crean cátedras ad hoc para impartir doctrinas para las que no están autorizados a hablar de ellas porque quien tiene autoridad para ello les ha descalificado. No sois conciencia crítica sino saltimbanquis sin fronteras. Burdos agitadores.
La palabra democracia en sus tragaderas no es más que memocracia. Allí donde han controlado la situación han laminado toda otra idea que no fuera “progre”. Por ese prurito endémico de considerarse en posesión de una pretendida y falsa superioridad moral. A ustedes, al igual que les ocurre a sus primos de zumosol políticos y en general a todos los grupúsculos que no pintan nada, les interesa incordiar con la democracia pero no creen en ella como tampoco creen en tantas otras cosas mayores. A fuerza de relativizar ya no creen más que en realidades instrumentales e instrumentalizables.
Afirma Tamayo que los congresos han cambiado el modo de hacer teología. Y tanto como que los teólogos de la berrea y del embiste hacéis deconstrucción de zarangollo. 
Pepitos grillos de la nada, tontos útiles cuando no directamente  cómplices, se han quedado antiguos y regres aunque ellos se las dan de progres.
Marginalia.
Miguel González


* El más joven de la tribu

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C
<br /> <br /> Más de lo mismo. Se creen el ombligo del mundo. Están gagá.<br /> <br /> <br /> <br />
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M
<br /> <br /> Presuntuosos sí que son. Chulescos diría yo. Pecan del mismo defecto que los partidos de izquierda que se creen que todo debe girar en torno de ellos y que son quienes fiscalizan la política para<br /> que se haga en condiciones. Como si ellos fueran de fiar.<br /> <br /> <br /> <br />
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