Juanjo Tamayo y la teología del confeti. Atrio.org CXVII
Juan José Tamayo, el más joven de la tribu y el mejor dotado económicamente arremete contra el Papa en su libelo publicado en y amplificado por los medios progres. Quien paga manda, y así, el bueno de Juanjito, insulta a y despotrica contra el Papa porque esa es su función y para eso y no otra cosa está. De vez en cuando suena la trompeta que ordena a los cretinos sacar la pluma al fresco.
Adereza Juanjito su discurso con unas cuantas frases evangélicas descontextualizadas porque para estos saltimbanquis de la teología atea las palabras de Jesús sólo sirven como piedras para arrojarlas contra los administradores de la memoria de Jesús. Estamos ante variaciones sobre el mismo tema de la lapidación de la adúltera y las piedras las ponen los de siempre. Estos trapecistas sin red, sofistas de vía estrecha, badulaques de la inteligencia, utilizan e interpretan las palabras del Maestro a su antojo porque el objetivo es cumplir con la misión encomendada por los enemigos de toda espiritualidad cristiana a quienes estos memos sirven con devota entrega. Es sonar don dindón y a bailar los titiriteros.
Si estos saltimbanquis sin fronteras merecieran algún respeto, ya sea siquiera intelectual, muchos menos teológico o moral, pero descubierto el artificio, los impostores quedan justo a la altura del nivel y del valor que tienen: ninguno.
El Papa vendrá y su visita será un éxito mientras morirá el ruido y el furor de sus detractores anegados por los gritos de alegría de los creyentes. Cuando participen de una fiesta, observen los confetis pisados y descoloridos. Acuérdense de que sólo sirven para eso.
Miguel González