Cada día, Navidad. Atrio.org CXX
La progresía andante vive de titulares. También los progres de factura cristiana necesitan un titular ocurrente para llamar la atención de sus adeptos. Y mucho mejor si ese titular es transgresor y esconde una crítica para la jerarquía eclesial. La progresía llama actitud crítica a lo que no es sino actitud criticona. Confunden el trigo con la paja y truecan frases evangélicas para convertirlas en gracietas que ellos llaman avanzadas. También para caer en un precipicio hay que avanzar en el camino.
Como es tiempo de Navidad estos angelitos de la disolución pregonan el titular de la semana: que cada día sea Navidad. La frase es ocurrente pero encierra una media verdad envenenada. Es como decir, que cada hora del día sea como la hora en que nos despertamos o la hora nona, sirva de ejemplo. Destripas el invento y dentro no hay nada. Cada día esconde su propio afán. Está dicho. También cada hora. Imposible mantener la tensión de un momento durante todo el año. Lo diga Casaldáliga o su porquero. Si lo que pretende afirmar, más allá de la frase ingeniosa, es que cada día hay que ser buena gente, es decir, cristiano, es de cajón. Pero para eso no hacía falta un titular. Cada día no es Navidad y Semana Santa y Pentecostés, todo al mismo tiempo y en batiburrillo sino que a lo largo de todo el año, los cristianos recorremos el itinerario marcado por los mojones de la salvación.
Pero estos angelitos del infierno hablan de otras cosas: de la salvación que vendrá de la mano de algún totalitarismo al que no son ajenos y del que ejercen la función impagable de tontos útiles o interesados, vaya usted a saber que de todo hay en la viña de los progres.
Feliz Navidad a todos y feliz año.
Miguel González